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Esto debe terminar, NO CREES?...

martes, 2 de agosto de 2011

PAITITI, una Verdad encontrada

El 30 de diciembre de 1975, las zonas del parque nacional del Manú eran fotografiadas por el satélite geoestacionario de la N.A.S.A. Landsat II, el cuál se encargaba de explorar los sectores selváticos de esta reserva del Perú.La zona era cubierta por fotografías que podían hasta precisar el caminar de un hombre por esas zonas tan exuberantes de vegetación.

Para sorpresa de los científicos una de sus fotografías denotaba la extraña presencia de unos puntos perfectamente simétricos que se extendían en un diámetro aproximado de 3 kilómetros en la cordillera del Pantiacolla - una de las últimas estribaciones andinas. Estos puntos a los que bautizaron "dots", parecían enseñar una geografía bastante diferente - a las accidentadas zonas del Madre de Dios -, ya que se podía llegar a observar lo que al parecer no correspondía a fallas naturales, sino a construcciones increíblemente desarrolladas, y en un sector totalmente inexplorado por ser humano alguno.

Al principio la incertidumbre era presa de todos los científicos por lo que decidieron utilizar el método del rayo infrarrojo que lograba captar más que el ojo humano. Y el misterio se elevó cada vez más, ya que los Dots aparecían de color blanco, demostrando que había algo más indescriptible en esos parajes del bosque tropical.

De esta manera se hicieron análisis de todo tipo tratando de llegar a una conclusión objetiva detrás de tan importante descubrimiento, así fue que decidieron enviar las fotos satelitales al "Interamerican Geographic Institute" donde el ingeniero cartográfico A.T. Tizando recalcó lo sorprendente de las estructuras y defendió la teoría de que no podían haber sido creadas por la naturaleza, sino por el hombre.

Estas colosales manifestaciones describían las figuras de pirámides tan grandes como las de Egipto aproximándose a un tamaño de entre 150 y 200 metros de diámetro, y que se dividen en 2 grupos de 5, alineadas de dos en dos.Sin duda que esta información llegó a oídos de exploradores, científicos e investigadores de lo insólito, quienes no dudaron de la veracidad de dichos descubrimientos y decidieron armar expediciones a las zonas selváticas anteriormente mencionadas.Muchas de esas expediciones jamás volvieron.

Existe en la cumbre de la Sierra de Pantiacolla - en quechua "el lugar donde se pierde la princesa"- mil lugares donde podría construirse un observatorio o un templo consagrado al culto de los "pirámides-apus". Y este templo podría tener relación con la Ciudad Perdida de los Incas, el legendario Paititi, que se oculta quizá aún en alguna parte hacia el oeste del parque nacional del Manú.

Cabe destacar que la posible ubicación de estas construcciones es casi imposible teniendo en cuenta que esas zonas se consideran como uno de los lugares más inhóspitos de la Tierra, ya sea por la gran cantidad de vegetación exuberante, como por los peligros comunes de la selva, ya sean serpientes, arañas, jaguares y un sin número de bichos desconocidos.

 

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